Una nueva teoría acerca de que se aproxima el fin del mundo salió a la luz por estos días y se viralizó a través de las redes y los medios de comunicación. La creencia que el apocalipsis tiene fecha para fines de septiembre fue dada a conocer por un grupo astrónomos.

Los estudiosos de la astronomía, basados en la numerología bíblica, aseguraron que el fin del mundo será exactamente el próximo 23 de septiembre cuando la Luna aparecerá debajo de la constelación de Virgo. Esta situación será causada por la colisión de la Tierra con un supuesto planeta X, también conocido como Nibiru.

Uno de los presagios de esta teoría es el gran eclipse que tendrá lugar el 21 de agosto, según explicó el especialista David Meade al periódico Daily Star: “El gran eclipse americano es un importante presagio, porque ese día el amanecer será oscuro, como predijo el profeta Isaías y la Luna que saldrá se llamará Luna Negra. Ese fenómeno sucede aproximadamente cada 33 meses".

Meade relaciona ese número con diversas referencias tales como: “El nombre divino de Elohim figura 33 veces en el Génesis. El eclipse comenzará en Lincoln Beach, Oregón, el 33º estado de EE.UU. y terminará en la latitud 33º en Charleston, Carolina del Sur. Un eclipse de semejante magnitud no ha ocurrido desde 1918. Es decir en 99 años o 33 multiplicado por tres".

Mientras que la aparición del planeta X se remonta a 1975 y desde entonces estuvo relacionado a numerosas predicciones sobre el fin del mundo, tal como ocurrió en 2003, 2007, 2012 y 2015.

Desde la Nasa, el especialista Don Yeomans les salió al cruce y explicó “que no existe evidencia telescópica ni de ningún otro tipo sobre el planeta X, que tampoco hay ninguna prueba de su efecto gravitacional sobre otros cuerpos celestes del Sistema Solar” y bromeó al respecto: “Me gusta como suena Nibiru y si algún día llego a tener un pez como mascota le pondría ese nombre”.