Con el objetivo de generar una herramienta que permita complementar y potenciar el aprendizaje en orientación y movilidad de niños con discapacidad visual, dos egresadas de la carrera de Diseño Industrial de la Universidad Nacional de Córdoba desarrollaron un novedoso recurso didáctico que llamaron “OyM” (Orientación y Movilidad).
OyM es un sistema de piezas transportables, desarmables e interconectables, que les permite a padres y docentes armar –en escala adecuada– maquetas de las habitaciones y sus espacios interiores, por donde estos pequeños se desplazan en su cotidianeidad. Su ventaja radica en que es un instrumento efectivo pero a la vez sencillo, dinámico y económico, ya que no precisa de asesoramiento para usarlo.
La idea de las maquetas es que los niños puedan reconocer, a través del sentido del tacto, el tamaño y la organización de los espacios físicos. Este proceso les permite construir una imagen mental de cómo es el ámbito real antes de ser abordado.
Otra ventaja de OyM es que permite armar variadas maquetas, ya que es un sistema de piezas que puede desarmarse y rearmarse de manera dinámica, multiplicando sus posibilidades. Este aporte adquiere especial relevancia, ya que en el país los antecedentes de este tipo de herramientas son maquetas artesanales de grandes dimensiones y costos elevados.
La construcción de este recurso estuvo basada en trabajos del área de la educación especial enfocada en los procesos cognitivos de orientación y movilidad, considerados centrales durante las etapas de formación de los niños.
“El logro de habilidades de orientación y movilidad facilita el desarrollo madurativo del niño, sea vidente o no. Un nivel suficiente de orientación y movilidad repercute en otros aspectos del desarrollo general del individuo ya que permite un adecuado repertorio conceptual, aumenta la autoestima, favorece el desarrollo psicomotor y posibilita el desplazamiento independiente, seguro y eficaz”, explica Carolina Castagna, una de las creadoras de OyM. Y añade: “En el proceso educativo se utilizan con frecuencia las ayudas táctiles. Además de ser útiles para comunicar informaciones, estas representaciones son una manera más fácil de retener que las descripciones verbales, considerándose beneficioso su uso para el aprendizaje escolar. Una de estas ayudas son los planos de movilidad, un complemento muy eficaz para facilitar el desplazamiento de personas deficientes visuales”.
OyM está dirigido a personas con algún grado de disminución visual o con ceguera total. Específicamente, sus creadoras prevén como usuario del recurso a niños de entre 4 y 14 años de edad, ya que en ese umbral etario se desarrolla el conjunto de habilidades y conocimientos sensoriales. “Los niños que son ciegos o débiles visuales necesitan aprender a través de diversas formas. Es muy importante que se les brinde una rica experiencia a través de sus otros sentidos, y que este tipo de experiencias comience desde que son muy pequeños, ya que la estimulación sensorial ayuda a desarrollar al máximo su potencial de aprendizaje”, comenta Castagna.
El recurso didáctico formó parte de la exposición UNC Innova 2015, que exhibió proyectos que buscan generar emprendimientos empresariales novedosos y sustentables. OyM fue creado en el marco del trabajo final de grado de las diseñadoras industriales Carolina Castagna y Daniela Bernini.
A comienzos de 2015, la innovación fue premiada en el concurso “#VosLoHacés”, impulsado por el gobierno de la provincia de Buenos Aires, y a partir de este envión empezó a tomar cuerpo la posibilidad de desarrollarlo para su comercialización. “En la actualidad trabajamos con una importante empresa de juguetes con la que pensamos lanzar 2.000 unidades para validar en el mercado durante 2016. Tenemos la intención de que el producto llegue a un gran número de niños con discapacidad visual a un precio accesible y que éste se pueda conseguir en jugueterías didácticas”, confirma Castagna.
El modelo que se lanzaría al mercado cuenta aproximadamente con 90 piezas y una base, pero con la posibilidad de adquirir piezas y bases por separado para generar maquetas de espacios mayores. La medida de cada base es de 30x33 centímetros y pueden unirse cuatro bases para generar un patrón de 60x60 cm.
Las piezas poseen una variación de cuatro colores (rojo, verde, amarillo y azul) lo que permite a los niños con dificultades visuales representar espacios limitantes con colores contrastantes para poder diferenciarlos. Las piezas también poseen una variación de cuatro texturas diferentes, que le permitirán al pequeño seleccionar la que desee para desarrollar cada espacio y ayudar a la creación de la imagen mental. Las piezas serán de polipropileno inyectado, lo que disminuye el costo final del producto.