La fundación Vida Silvestre denunció que los turistas sacaron del agua a dos delfines y uno de ellos murió. Se trata de delfines franciscanos, o delfines del Plata, uno de los delfines más pequeños del mundo, que miden entre 1.30 y 1.70 m de largo.
“La ocasión sirve para informar a la población sobre la necesidad urgente de devolver a estos delfines al mar ante el encuentro con uno en la orilla. Es fundamental que las personas ayuden al rescate de estos animales, porque cada franciscana cuenta”, manifestaron desde la página web oficial.
“Únicamente se lo encuentra en Argentina, Uruguay y Brasil. En nuestro país vive principalmente en las costas de la provincia de Buenos Aires, donde es muy probable que existan menos de 30.000 individuos”, precisaron.
“La franciscana en una especie vulnerable a la extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). A este estado se llegó luego de que por años unos 500 a 800 delfines fuesen capturados anualmente en las redes agalleras de los pescadores de la Provincia de Buenos Aires”, explicaron.
Desde la fundación advirtieron que “el potencial de recuperación de esta especie es muy bajo: las hembras a los 2 o 3 años tienen una única cría que queda a su cuidado por uno o dos años”.
Además, la Franciscana, como otros delfines, no puede permanecer mucho tiempo fuera del agua. “Tiene una piel muy gruesa y grasosa que le proporciona calor, por lo que la intemperie rápidamente le provoca deshidratación y la muerte”, destacaron.