Una de las últimas esperanzas que tiene la humanidad ante una catástrofe global es la "Bóveda del Juicio Final" ubicada en el Ártico. Debido a las cálidas temperaturas del otoño hicieron que el hielo se derrita y que ingrese agua en su interior.

El búnker se encuentra sobre la superficie congelada de Svalbard, entre Noruega y el Polo Norte. En su interior hay más de 500 millones de semillas, que se podrán utilizar para regenerar suministro de alimentos, según un informe de la CNN.

Las cálidas temperaturas de estos últimos meses provocaron que el agua dañara un túnel cerca de la entrada de la bóveda. Por el momento las semillas almacenadas no fueron afectadas y un importante equipo de trabajo está tomando medidas preventivas.

“El túnel no fue diseñado para ser resistente al agua en la parte delantera, porque no creíamos que fuera necesario”, dijo Cary Fowler uno de los creadores de la bóveda al sitio online Science y agregó: “Todos los años entra un poco de agua por el túnel. Es un hecho algo rutinario”.

El pasaje en el que se filtró agua es de unos cien metros y es el paso previo hacia interior del nicho. Antes de llegar a las puertas propiamente dichas, el terreno se desplaza hacia arriba. “En esa pequeña área es la que permite que el agua se acumule, pero dos bombas pueden evacuarla sin mayor inconveniente”.

El profesional también explicó que si el agua hiciera todo el camino cuesta arriba se encontraría con temperaturas inferiores a los 18 grados bajo cero. “De esta forma se congelaría y crearía una nueva barrera” y aclaró que “si todo el hielo del mundo se derritiera y un gran Tsunami ocurriera delante de la bóveda, todavía estaría a unos siete pisos por encima de la acción y nosotros estaríamos probablemente muertos”, concluyó.