"La noble aventura de educar", una nueva recorrida histórica por espacios no convencionales del cementerio El Salvador, se podrá disfrutar en dos funciones previstas para los días 17 y 31 de octubre. La actividad se enmarca en el programa "La hora del cuento", coordinado por Mónica Alfonso junto a su equipo de voluntarios, en articulación entre las secretarías de Servicios Públicos y Medio Ambiente y de Cultura y Educación. La entrada será libre y gratuita, con cupos limitados.
En estas recorrridas, una particular intervención musical, narrativa y escénica le permitirá al público transportarse a los tiempos en los que vivieron dos talentosas educadoras de nuestra ciudad y que se inmortalizaron a través de sus obras: Dolores Dabat y Juana Elena Blanco.
La puesta en escena que enlaza vidas e historias de las educadoras está incluida en la programación anual del Área de Preservación del Patrimonio en Cementerios, y se realizará el 17 y el 31 de octubre a las 15 en el cementerio El Salvador, ubicado en Ovidio Lagos 1840.
Juana Elena Blanco nació en 1866 y murió en 1925. Menuda, vestida siempre de oscuro, enérgica y vehemente, recorría las barriadas de Rosario de principios del siglo XX, conmovida por los niños que colmaban las viviendas precarias. Fue una verdadera autodidacta en toda la amplitud de la palabra. Profundizó a sola fuerza de un estudio intensivo la ardua tarea de enseñar, abarcando los aspectos del conocimiento, de las destrezas, y de las actitudes del niño. Cumplió con esos objetivos a través de cuarenta años dedicados a la docencia. Movilizada por la falta de instrucción y la marginación de los niños más pobres, incorporó la capacitación en oficios en la enseñanza.
Por su parte, Dolores Dabat (1889- 1940) estaba convencida de que la educación debía estar vinculada con lo placentero de la vida, y que enseñanza, arte y estética iban de la mano. Avanzada precursora en muchos sentidos, fue sobre todo una apasionada docente, además de ensayista, escritora y poeta. Amaba las ciencias naturales, el dibujo y los trabajos manuales. Fundó la revista Quid novis y creó la Asociación de ex alumnas de la Escuela Normal Nº 2. En esa institución, los alumnos tenían acceso a una formación de primer nivel a partir de conciertos, recitales, disertaciones, visitas de artistas y escritores que promocionaba la misma educadora.
Cumplió su sueño de contar con un recreo de deportes, La Querencia, que luego se convirtió en el primero y único en su tipo para la comunidad de una escuela pública. Consideraba que se debían conciliar con la enseñanza los valores democráticos, el arte y el juego.
La entrada es gratuita y los cupos son limitados. Los interesados pueden inscribirse a través de la dirección de correo electrónico cementerioelsalvador@rosario.gov.ar. En caso de lluvia, la actividad se suspende.