El gobernador Miguel Lifschitz habló ante unas 3.500 personas este viernes por la noche en el centro de eventos y convenciones Metropolitano de Rosario. Por momentos pareció entusiasmado con ir por otro mandato en la provincia, apoyado en su proyecto de reforma constitucional. Sin embargo, luego advirtió “que la oposición no ponga como excusa la reelección del gobernador porque eso se soluciona fácil con una cláusula transitoria que lo impida”.
Lifschitz encabezó este viernes en Rosario el acto "Santa Fe, una provincia en marcha", y ante más de 3.500 personas repasó los ejes de su gestión y trazó el horizonte de cara a 2019.
"El 2019, para mí, y también para ustedes, es un punto de llegada y a la vez un punto de partida. Lo pienso de las dos maneras. En lo personal y en lo político”, aseguró el máximo mandatario santafesino.
“Conservadores e hipócritas”
El gobernador cargó duro contra aquellos que se oponen a la reforma en Santa Fe y aseguró que “vivimos tiempos de transformaciones. Ser progresista es ser reformista. Quienes son reformistas en el discurso pero nunca encuentran el momento oportuno para encarar las reformas, en realidad son conservadores y además hipócritas".
"En Santa Fe hay tres reformas pendientes: la política, la del Estado y la Constitucional. Una reforma política que garantice la democracia interna, el funcionamiento transparente y el financiamiento de los partidos políticos, que jerarquice su rol como actores de la democracia. Una reforma del Estado para eliminar privilegios y garantizar transparencia y eficacia en el funcionamiento de todos los órganos del Estado", detalló.
"Y una reforma de la Constitución para establecer la neutralidad religiosa del Estado, introducir las nuevas instituciones del derecho penal, consagrar nuevos derechos, ampliar derechos sociales y humanos. Incorporar nuevas instancias democráticas y participativas, poner límite a las reelecciones indefinidas, reconocer la autonomía de los municipios y ampliar los períodos de las comunas, eliminar privilegios, una Constitución con más transparencia, más democracia, más derechos y más ecológica y más moderna", explicó el gobernador.
Y aclaró: "Que la oposición no ponga como excusa la reelección del gobernador. Si ese el problema, se resuelve fácilmente, con una cláusula transitoria que lo impida".
"No hay que volver atrás, pero para eso los que tenemos una mirada progresista del mundo, los que nos sentimos unidos al destino de las grandes mayorías, los que creemos que la Patria se hace desde abajo, desde el interior, tenemos que dejar de tratarnos con recelo, como adversarios y entender el valor de la unidad en la diversidad, para encontrar el rumbo del desarrollo con equidad", concluyó Lifschitz.
A la carga por los fondos adeudados
Lifschitz volvió a exigirle al gobierno nacional que cumpla con el fallo de la Corte Suprema, que obliga a la administración central a devolverle a Santa Fe el dinero adeudado por coparticipación: "Tenemos autoridad moral y política para reclamarle al Gobierno Nacional que deje de concentrar los recursos en el Gran Buenos Aires y distribuya con equidad en las provincias", sentenció.
"Y de paso que nos paguen la deuda de coparticipación. ¿O se piensan que un fallo de la Corte Suprema se puede incumplir alegremente?", cuestionó Lifschitz.
"Y si hay algo visible en la acción de un gobierno son las obras. El único distrito del país donde se hacen tantas obras como en Santa Fe es en la ciudad de Buenos Aires. Tienen un presupuesto mayor que el nuestro para aplicar en un territorio 655 veces más pequeño".
"El futuro es progresista, social y profundamente democrático. Yo creo que Santa Fe tiene un destino. Qué debe liderar el cambio en Argentina. El cambio verdadero no vendrá del interior postergado ni de la metrópolis porteña. Vendrá de la Argentina moderna, laboriosa y democrática, vendrá de Santa Fe", culminó.