Se cambiaron pizarrones verdes y negros por tableros blancos y se incorporaron laptops en las clases en vez de libros, sin embargo, todavía se utilizan muchas herramientas y técnicas de aprendizaje que pertenecen a otros tiempos.
Los escritorios siguen organizados en dirección a un profesor que se para al frente de la clase y la teoría y la currícula no cambiaron mucho. El pedagogo y autor Marc Prensky dijo recientemente en una conferencia dedicada a la tecnología en la educación: “El mundo necesita un nuevo currículo. tenemos que repensar el currículo del siglo XIX”.
La mayoría de los productos para la educación a la venta son meras ayudas para enseñar el currículo existente, señala, basados en la falsa idea de que “necesitamos enseñar mejor lo que estamos enseñando”. Lo que se requiere ahora es todo un nuevo núcleo de asignaturas que se centren en las habilidades que equiparán a los estudiantes de hoy para el mundo laboral de mañana.
Aula invertida
El cambio de los salones de clase tradicionales ya es una realidad en algunos lugares. El aula invertida, la idea de invertir los métodos tradicionales de enseñanza enviando instrucciones en línea fuera del salón de clase y usando la escuela como el lugar para hacer la tarea, ha ganado popularidad en los colegios de Estados Unidos. El papel de los profesores es más bien de guía, y los estudiantes ven las lecciones en casa, a su ritmo, comunicándose con sus compañeros y profesores vía online.
El matemático Salman Khan, quien en 2004 fue sorprendido por la enorme popularidad de unas clases de matemáticas que había puesto en YouTube para ayudar a sus primos, es uno de los principales promotores de las aulas invertidas. La experiencia llevó a la creación de la Academia Khan, una organización sin ánimo de lucro que ofrece videos educativos con el currículo completo de matemáticas y otros temas.
El proyecto le llamó la atención al Departamento de Educación de EE.UU., que en este momento está en medio de una prueba de US$3 millones para medir la efectividad del método y la idea ha tenido aceptación en por otras partes del mundo, incluidas México, Colombia y Reino Unido.
Mohammed Telbany es el director del departamento de TI en la escuela primaria Sudbury en Suffolk, Inglaterra, y ha estado experimentando con el aula invertida. “En vez de pararse frente a los niños y decirles qué hacer, los profesores son facilitadores, y los niños vienen a hacer cosas”. Lo que ha sorprendido a los profesores es que los niños pueden alcanzar la excelencia por sí solos, con una intervención mínima de parte de los adultos.
En el mundo en desarrollo donde, según algunos estimados, hay hasta 57 millones de niños que no pueden ir a la escuela primaria, la idea de que puedan aprender sin mucha intervención de adultos es una necesidad, no un lujo.
Sugata Mitra, de la Universidad de Newcastle, ha estado estudiando con la autoenseñanza desde sus famosos experimentos con computadoras en huecos en las paredes de los tugurios de Delhi en 1999. Quedó asombrado al ver cuán rápido aprendían los niños a usar las máquinas sin supervisión de adultos o consejos. De ahí nació la idea de los “abuelos de la nube”: profesionales retirados británicos que son mentores de grupos de niños en India vía Skype.
En 2013, ganó un premio Ted que le dio un millón de dólares para construir una serie de espacios de aprendizaje autoorganizados tanto en Reino Unido como India. En enero completó el último de siete espacios, un llamativo edificio de cristal con energía solar en medio de la exuberante vegetación de la aldea de Gocharan en Bengala. No habrá profesores y unos 40 niños podrán participar cuando quieran. Tendrán internet a su disposición y trabajarán en grupos pequeños y habrá mentores vía Skype.
Fuente: BBC