La escuela Kennedy de Grandoli y Gutiérrez sigue asolada por los conflictos entre bandas narco y los tiroteos habituales en el barrio. La directora del establecimiento contó este lunes a Radio 2 que quedaron atrapados en la violencia de los grupos enfrentados de la zona sur. Y aunque aseguró que los disparos no son “contra las escuelas”, éstas terminaron afectadas por “estar en el medio”.
En diálogo con el periodista de Radio 2 Ariel Borderi, la directora también relató que los 389 chicos que concurren no pueden usar uno de los patios, porque quedó cerrado ante eventuales tiroteos o balas perdidas.
Por otra parte, el concejal Diego Giuliano, presidente de la Comisión de Seguridad, se reunió este lunes con las autoridades del establecimiento educativo.
"La escuela está emplazada en una de las zonas más conflictivas de la ciudad, un lugar donde distintas bandas se disputan territorios de venta de drogas. Esa disputa y la falta de coordinación entre las fuerzas federales y provinciales genera que el barrio sea blanco continuo de hechos delictivos, tiroteos y episodios de violencia que vulneran a toda la comunidad educativa y la convivencia en el barrio”, manifestó Giuliano.
Para las docentes, “el derecho a la educación está garantizado, el derecho a la vida no”.
“Vemos que hoy la escuela está custodiada pero esperamos que no sea una medida esporádica, y que se agreguen policías caminantes permanentes de 7.45 a 18. A su vez solicitamos que se cumpla con la creación de un mapa de las escuelas más vulnerables, generar corredores de seguridad e implementar un sistema de alarmas conectadas al 911 en las instituciones educativas”, afirmó el edil.
“Venimos de una ola de hechos violentos hacia las escuelas. En enero la escuela Bernardino Rivadavia fue víctima de un robo en el que se le sustrajeron 31 computadoras, la Escuela 1226 “Gesta de Mayo” de barrio Cristalería fue robada cuatro veces en un mes y medio, La escuela Juan Bautista Alberdi fue robada y vandalizada recientemente, los alumnos y el personal docente de la escuela Kennedy viven atemorizados por la violencia que se vive en el barrio”, agregó.
“Las escuelas están muy lastimadas pero la herida es mucho más profunda”, concluyó Giuliano.