Una llamada telefónica fue la clave para detener a Christian Lanatta y Víctor Schillaci. ¿De quién? Del dueño de un molino arrocero al encargado del lugar, Franco Martín. "Como estuvo cerrado unos días, pedí en la comisaría que te acompañen", fue el alerta del propietario.
En contacto con el canal TN, Lourdes, esposa del hombre que fue tomado de rehén relató: "Él trabajó hasta el sábado porque es el encargado de la arrocera. Habló con el patrón, que le dijo que antes de ir al trabajo pase por la comisaría para pedir que lo acompañen al lugar, porque como estuvo cerrado podía encontrarse con ellos".
"Desde la comisaría le dicen que vaya que ellos después iban. Abrió el establecimiento y se encontró con estas personas, pero pensó que eran de Prefectura por su vestimenta. Lo tomaron de rehén con las armas que tenían", precisó.
Lourdes sostuvo que los prófugos le pedían agua y comida, y que no tenían sus armas de fuego en sus manos. "Cuando llegó la policía empezaron a abrir puertas y llegaron al lugar donde lo tenían de rehén. Se sorprendieron porque no tenían las armas encima en el momento y lo liberaron", concluyó.
La esposa de Martín Franco señaló que lo llevaron a declarar a Helvecia y que, en una corta conversación, le manifestó que lo trataron bien.
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