Delegaciones de 195 países asumieron este sábado el compromiso de que la temperatura media del planeta no se incremente en más de 2 grados hasta finales de siglo, para lo cual se creará un fondo de 100.000 millones de dólares anuales destinado a renconversiones tecnológicas que reduzcan las emisiones de carbono.
Así lo dispone el acuerdo final alcanzado en la cumbre contra el cambio climático (COP21) que se desarrolló en la ciudad de París, informó la agencia italiana ANSA. La iniciativa se convirtió en una propuesta jurídicamente vinculante, que obligará a cumplir con sus objetivos a los estados que lo suscriban.
Los países representados en la COP21 se comprometieron a contener el aumento de la temperatura media por debajo de 2 grados centígrados y a esforzarse a llegar a los 1,5 grados centígrados.
Además se estableció una contribución mundial de 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020 para los países más vulnerables; mientras que en 2025 se fijarán nuevos objetivos.
El documento final de la COP21 reconoce el concepto de justicia climática y tiene en cuenta las distintas capacidades nacionales en función de las circunstancias de cada parte.
Además, los objetivos del acuerdo serán revisables cada cinco años, para aumentar las metas de forma progresiva.
La agencia alemana DPA reprodujo declaraciones del presidente de la COP21 y ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, quien destacó que "este texto contiene los principales elementos que sentíamos que era imposible alcanzar. Es diferenciador, justo, durable, dinámico, balanceado y legalmente vinculante".
La obligación legal en cumplir el convenio era uno de los puntos más demandados por los representantes de las organizaciones ambientalistas y la sociedad civil que participaron en los últimos tres días en las discusiones.
"La importancia de que un acuerdo sea vinculante es que esto implica que es de cumplimiento obligatorio para aquellos países que suscriben el compromiso", incluyendo a Estados Unidos y China, los mayores emisores de gases contaminantes, había indicado a Télam la argentina Nasha Cuello Cuvelier, designada por la Unesco como una de los dos jóvenes que expusieron en la cumbre de París.
"Amigos, el mundo nos mira, no le podemos fallar", dijo Fabius e instó a los estados a "no perder la oportunidad" de revertir la situación.
"El acuerdo que presentamos es necesario para el mundo entero y para cada uno de nuestros países", apuntó.
"Ayudará a proteger a los pequeños estados insulares de la subida del nivel del mar, apoyará tecnológicamente al desarrollo de Africa, ayudará a Latinoamérica a proteger sus bosques, asistirá a los países petroleros en la diversificación del modelo energético y creará resiliencia para todos", explicó en declaraciones que reprodujo la agencia EFE.
Se trata, añadió, de un pacto "imprescindible para garantizar la seguridad alimentaria, la salud pública, los derechos fundamentales y la paz".
Por su parte, Ban Ki-moon dijo hoy que "las soluciones al cambio climático están sobre la mesa, tengamos la valentía de tomarlas".
Para el surcoreano, "llegó un momento definitorio" para las próximas décadas, que "promete colocar al mundo en una nueva senda de bajas emisiones de carbono".
“Un giro histórico”
Las principales organizaciones ambientalistas que participan de la cumbre de París (COP21) consideraron que el documento es un giro "histórico" que hace irreversible la transición a una economía baja en carbono, aunque precisaron que "la lucha continúa" para lograr que los gobiernos y las empresas cumplan con los compromisos.
El director ejecutivo de Greenpeace, Kumi Naidoo, puso el acento en que "la lucha continúa a partir de mañana", porque hay que presionar a los gobiernos no sólo para que cumplan con los compromisos adquiridos, sino también para "elevar el nivel de ambición".
No obstante, reconoció que con el documento, y en particular con la fijación de un objetivo para limitar el calentamiento global a 1,5 grados para finales de siglo, están "las herramientas" para una transición a una economía baja en carbono y para el abandono de las energías fósiles.
"Es un acuerdo histórico que incluye a todos los países del mundo, que por primera vez se comprometen a reducir las emisiones y a actuar frente al cambio climático", destacó por su parte Mohamed Adow, de Christian Aid, en declaraciones que recogió la agencia EFE.
En tanto, Tim Gore, de Oxfam, coincidió en que el hecho de establecer la meta de contener el calentamiento en 1,5 grados centígrados "es una victoria moral importante", pero que necesita "un aumento de la acción en los próximos años".
Gore lamentó como una "gran decepción" que en lo referente a la adaptación a las consecuencias del calentamiento climático no están claras las garantías para su financiación.
La representante de la organización WWF, Samantha Smith, destacó como "muy positivo" que se haya formalizado el objetivo de 1,5 grados de aumento de la temperatura en el horizonte de 2100 porque supone una señal para los gobiernos que "reconocieron la crisis" climática y que "el problema es serio".
La directora ejecutiva de Avaaz, Emma Ruby-Sachs, estimó en un comunicado que "el compromiso sellado en París supone un histórico punto de inflexión que sienta las bases del cambio de rumbo hacia las energías 100% limpias que el mundo quiere y el planeta necesita".