Máximo Ariel Cantero declaró en Tribunales y negó pertenecer a la banda Los Monos. Sin embargo, el fiscal Guillermo Camporini aseguró que hay escuchas que refutarían esta versión y elementos suficientes para, “en su momento, procesarlo”. No obstante, advirtió que su situación judicial es decisión de la jueza Alejandra Rodenas que puede incluso sobreseerlo o dictarle la falta de mérito. También, brindó detalles entorno a su captura cuando andaba en un carro en zona sudoeste y no descartó que haya logrado pasar desapercibido con la ayuda de policías.
Este martes, en medio de un inusual despliegue policial, Cantero llegó esposado desde Coronda a Tribunales y declaró ante Rodenas, a cargo de la parte conclusional de la causa que encabezó Juan Carlos Vienna. Se cree que lideraba con sus hijos –uno muerto, otro detenido y un tercero (de crianza) aún prófugo– la mediática banda narco Los Monos. Él, sin embargo, dio otra versión. Dijo que hace unos cinco años se fue de su casa y formó otra familia y que ahora cría chanchos y caballos. Un estilo de vida muy distinto al que se le puede atribuir a un poderoso y millonario narcotraficante.
“Hay elementos que, en su momento, permitirán dictar el procesamiento del Ariel Cantero”, señaló Camporini en diálogo con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2. Por ahora, sólo está imputado de participar de una asociación ilícita dedicada a la comisión de delitos indeterminados. Imputado, vale la aclaración, como miembro no como líder.
Sin embargo, Camporini advirtió que el fiscal Gonzalo Fernández Bussy tiene “escuchas telefónicas en las que se observa la relación (que él negó tener con sus hijos) y que no era una persona que recibía ordenes”.
Ante Rodenas, Cantero hizo un breve descargo y se abstuvo de contestar preguntas. Aseguró –de acuerdo a lo publicado por Rosario 12– que hace unos cinco años se separó de Celestina Contreras, con quien tuvo varios hijos, entre ellos Claudio el Pájaro, Guille y Monchi –éste último adoptado y todavía buscado por la Justicia– y formó una nueva familia.
Ahora –declaró– es padre de otros cuatro niños de no más de cinco años y, aseguró, vive de forma muy humilde. Su único medio de transporte es un carro tirado por caballos y aclaró, entonces, que son sus hijas mayores quienes costean a sus cuatro abogados, todos ellos de renombre y muy caros.
“No discutimos que haya formado una nueva familia, no tenemos por qué dudarlo y en eso suponemos que ha dicho una gran verdad, pero de ahí a que esté totalmente desvinculado...”, deslizó el fiscal que recordó que ya desde el asesinato de su hijo Claudio, el Ministerio Público de la Acusación cuenta con elementos que lo ubican “en momentos clave” del clan de barrio Las Flores.
¿Estrategia Escobar?
Sobre su arresto, producido el viernes pasado casi por azar, cuando se desplazaba por la zona oeste en una carro de cirujeo, Camporini recordó al mítico narco Pablo Escobar. “Salvando las distancias –señaló– cuando Escobar Gaviria estaba muy acorralado no vivía en mansiones sino que buscaba pasar desapercibido en las zonas mas periféricas de Medellin”.
Tal vez eso intentó hacer el Viejo Ariel estos últimos años. El fiscal ponderó además “la transparencia” de los oficiales que lo detuvieron sin saber quién era y no descartó que haya logrado pasar desapercibido con la ayuda de otros policías. “No puedo afirmarlo ni negarlo”, aclaró.
Aquel viernes, oficiales que patrullaban la zona de Felipe Moré y Centeno les había llamado la atención que un hombre que tiraba de un caballo se tirara del carro al notar su presencia. Comenzaron entonces a perseguirlo y cuando lo atraparon, lo llevaron a la comisaría donde después de una hora y gracias a la evaluación dactilográfica descubrieron su identidad. Cantero había dado un falso nombre y apellido e incluso este martes, tras declarar ante Rodenas, compareció en el Juzgado de Sentencia 7º, donde tiene una causa por alteración de carnet de conducir.
Guillermo Camporini (Radio 2)
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