El cierre de Sol Líneas Aéreas no encontró a todos los involucrados en el mismo lugar. Mientras los trabajadores acampan en Aeroparque y el aeropuerto de Rosario, el titular de la firma, Horacio Angeli, prefirió seguir los acontecimientos desde Punta del Este. Allí, unos días antes del cierre de la firma, le dio una nota a un programa especializado en negocios de la ciudad de Córdoba, El Mostrador, en el que dijo que elegía esa ciudad uruguaya para vacacionar entre otras cosas por la “buena conectividad aérea con Rosario”. Pero ese vuelo ya no existe: lo operaba la empresa que él mismo lideraba y que desde el viernes dejó de operar.
La nota fue subida a YouTube el 14 de enero, un día antes de que los aviones de la empresa dejaran de volar. Verla hoy es, cuanto menos, curioso. Angeli habla de un proyecto de “refundación” de Sol, que en 2016 cumpliría 10 años.
“Cuando empezamos en el negocio aéreo no había conectividad en la Argentina, fundamentalmente en el interior. Vimos un nicho, un lugar desatendido y empezamos a trabajar”, afirmó.
Y a la hora de hablar de las fortalezas no solo de Sol sino de todo el grupo Transatlántica, ponderó al personal, parte de cual ahora queda sin trabajo: “El diferencial nuestro es el recurso humano. Entre todas las empresas estamos por llegar a los mil empleados. Queremos que nuestras empresas sean las número uno en las que la gente quiera trabajar”.
Angeli recordó que empezó como cadete en la empresa de su padre y que ahora disfruta que sus hijos hayan ingresado al negocio. “Sueño que mis empresas se consoliden a través de mis hijos”, remarcó. Y va por más: dijo que quiere tener un banco y que de hecho compró una compañía financiera para reconvertirla.
Con el mar de fondo y la arena a sus pies no dudó a la hora de explicar por qué elige Punta del Este: “Es un lugar tranquilo y tiene buena conexión aérea con Rosario y Córdoba”. Ahora hay que actualizar: tenía, en realidad.
Y dijo qué le inculca a sus hijos: “Los empresarios siempre están al pie del cañón”.